Rumania, 7 meses. Una decisión que tomé en un periodo de mi vida en el cual iba a terminar mi carrera profesional y con muchas inquietudes en mi mente sobre qué hacer el próximo año; me acerqué al Centro Juvenil de Majadahonda por simple información de actividades formativas o posibles puestos de trabajo para el verano que me llegaba.

Además de un buen acogimiento a mis intereses y mi situación, recibí muchísima información, tantas opciones y posibilidades (por estar dentro de los requisitos de edad y disponibilidad) que no me lo creía, desde el primer momento se me comentó la opción que viajar y hacer algo en el extranjero, se me orientó sobre los pasos a seguir para conseguir esto y sin dudarlo me puse manos a la obra, tenía un mes para enviar solicitudes, currículos, cartas de motivación… Gracias a las monitoras del centro de juventud y otras voluntarias que estaban aquí viviendo su experiencia en España, que me ayudaron sin dudar respecto a mis dudas de solicitudes, cartas de motivación y que en todo momento me hicieron ver esto como algo bastante interesante y mantenerme motivada a pesar del poco tiempo que tenía para encontrar una organización de acogida.

 

¿Por qué Rumanía? desde el principio era consciente que había muchos otros países que me ofrecían otras opciones y para tomar la decisión tuve que descartar y elegir algunos proyectos en función de mi interés personal y profesional, así que más centrada en lo profesional respecto a lo que me iba a aportar más y la seguridad que me ofrecía cada proyecto… me respondieron de uno que me hizo sentir decididamente segura de lo quería y dónde lo quería “ YMCA Baia Mare”

 

Tuve mucha suerte de que mi experiencia como Voluntaria de YMCA en Rumanía me permitiera trabajar a nivel de base y avanzar poco a poco con mis propias propuestas de desarrollo de actividades. Fue una experiencia que siento que me ha cambiado la vida completamente y la manera en la que enfoco el trabajo a desarrollar tanto durante el tiempo que estuve allí (ya que evolucioné) como ahora en mis futuros puestos de trabajo. Aprendí también que todo debe estar basado en la cultura local con la que se trabaja y es imprescindible para hacerlo bien ser conscientes de que se tiene o no el conocimiento local suficiente.

 

Lo más satisfactorio para mí es haber recibido buenos comentarios sobre mi trabajo realizado de boca de coordinadores o personas responsables allí en cada lugar donde desempeñaba mi papel, aunque ya haya acabado y sienta que necesitaba más tiempo aún así pienso en ello cada mañana para mantenerme contenta y motivada de lo que hice y como lo hice.

 

Fui apoyada por la Agencia Nacional Española y de Rumanía, así como de la U.E y las organizaciones (de Envío y Acogida) que brindan una oportunidad para aquellos jóvenes que están interesados en temas de voluntariado y/o cooperación. De este modo colaboras con tus conocimientos y energía de realizar una acción en distintos países en vías de desarrollo o no, a la vez que aprendes y vives una experiencia muy determinante para tus futuras decisiones. Considero que gracias a esta oportunidad he mejorado mucho en mis habilidades comunicativas y organizativas, a la vez que he aumentado mis conocimientos sobre la realidad social del país (olvidando estereotipos) y he disfrutado de mi independencia y compromiso social.

Laura Palacios

Mayo 2014